Paciencia,
tolerancia, aceptación, comprensión; todas estas son cualidades que todos, sin excepción
quisiéramos aprender; o deberíamos aprender en el transcurso de nuestras vidas;
de otro modo muchos dirían que ha sido una vida en la que no se ha aprendido
mucho, o nada.
Ahora bien,
muchos podrían pensar que para aprender todo esto se necesitan maestros,
escuelas o institutos; además de muchas vidas claro esta; sin embargo tenemos
junto a nosotros los mejores maestros; los más dedicados, los que han creado un
plan de estudio adaptado a nuestra vida en el mas mínimo detalle.
Estos grandes maestros, con o sin títulos,
sin dudas son las personas que están a nuestro alrededor; esto es padre o
madre, hermanos, vecinos, parientes, amigos, compañeros de trabajo y así podría
seguir con otras personas, pero todo aquella persona con la que te encuentres
es en cierta forma UN MAESTRO; ahora bien, nosotros también somos MAESTROS,
pues así como aprendemos, también enseñamos.
La pregunta
es cuando comenzamos a avanzar en nuestro plan de estudio? Pues bien cuando
comprendemos que la paz no se encuentra fuera de nosotros sino dentro; cuando
entendemos luego de muchas lecciones que cada persona actúa según su
entendimiento y su forma de pensar; jamás tiene algo que ver con lo que nosotros
hacemos o decimos; ya que todo lo que otra persona ve es interpretado por su
mente o entendimiento.
Es vital
aprender, que cada Ser está experimentando sus propias lecciones; según su
libre albedrío; jamás podremos nosotros producir un cambio en ellos a menos que
ellos acepten tal guía o cambio sugerido.
Esto no es
tan fácil de aceptar; en el mundo es aceptado que todos quieren cambiar a todos
o mejor dicho siempre nos encontraremos a personas que quieren que uno haga lo
ellos dicen o acepten lo que ellos propongan, sus ideas.
Nuestra tarea,
nuestra misión es siempre continuar, indagar, continuar en la búsqueda de la
realidad, de aquello que está delante de nuestros ojos pero que los condicionamientos
no nos dejan ver.
El reconocer
nuestros Maestros, aceptar esta realidad, comprender, asimilar e integrar lo
que nos pasa a diario ya es suficiente para crecer y acercarnos cada vez más a
nuestra realidad ultima.
Cuál es
nuestra realidad ultima entonces?
Nuestra
realidad es reconocernos como lo que somos; Seres de Luz; parte del Universo,
parte de todo lo que vive; amados y el Amor mismo al mismo tiempo; todo aquello que
muchos Maestros con mayúscula nos han dicho a lo largo de la historia.
Gracias,
gracias por los Maestros que a diario están junto a nosotros.
Luz para sus
caminos.
jorge

No hay comentarios:
Publicar un comentario